Mucho se ha escrito sobre la presencia de mascotas (Perros o Gatos) en aquellas casas donde también habita un recién nacido y generalmente las conclusiones no suelen ser favorables para los animales y esto llevaba a que no sean pocas las familias que deciden prescindir del animal de compañía, en el mejor de los casos, sólo durante un tiempo.Contrarrestando esa creencia popular salió a la luz una investigación llevada adelante en Holanda por científicos de la Universidad de Groningen, encabezados por la doctora Marjan Kerkhof, los que han podido comprobar que la presencia de una mascota cuando el bebé ronda los 3 meses de vida puede ser muy útil para que éste consiga generar la protección que necesitará en el futuro para no tener alergia al polvo o a los ácaros.
La investigación implicó el seguimiento de casi 3 mil niños desde que eran bebés y hasta que cumplieron los 8 años de vida, durante ese tiempo se efectuaron diferentes evaluaciones para detectar los efectos que tenía la presencia de mascotas en el hogar sobre el desarrollo de las alergias y el asma.
La principal conclusión de la investigación fue que los pequeños que habían convivido con un Perro o un Gato cuando tenían 3 meses de vida se mostraban menos propensos a ser “sensibles” a ciertos agentes alergenos inhalables al llegar a los 8 años.
No obstante, Kerkhof indicó que su grupo pudo constatar que la presencia de un Perro en el hogar luego de que el niño cumplió los 2 años de vida implicaba un mayor riesgo de padecer síntomas aéreos.
