Con el lanzamiento en el año 1995 de Dogz, producto desarrollado por la compañía PF Magic, el mundo entró en la era de las mascotas virtuales, también llamadas mascotas digitales.Estos dispositivos fueron creados con el propósito de entretener al tiempo que se convertían en una “compañía” para muchas personas que no estaban en condiciones de tener una mascota real.
Una mascota virtual ofrece ciertas ventajas que las robóticas no tienen como, por ejemplo, recrear la convivencia que podría llegar a tener una persona con una mascota de carne y hueso, esto es, alimentarla, jugar con ella, enseñarle trucos y ayudarla a crecer correctamente procurando que viva la mayor cantidad de tiempo posible.
Entre las primeras mascotas virtuales figuran los exitosos Tamagotchis y los Giga Pets, ambos se vendían en pequeños aparatos que poseían una pantalla muy pequeña donde aparecía la imagen de la mascota, con la que se interactuaba mediante unos botones presentes en la carcasa del aparato.
El avance de la tecnología utilizada en Internet permitió la creación de mascotas virtuales en sitios web; entre ellas están las que ofrecen Neopets, Webkinz y Subeta. La ventaja de adoptar estas mascotas es que suele ser un servicio gratuito que sólo requiere estar registrado en el portal correspondiente. En otros casos, cuando se paga, aumentan las posibilidades y la interacción de la mascota virtual.
Finalmente, también se han desarrollado mascotas virtuales en aplicaciones que corren en consolas de videojuegos, teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos. Sólo para dar una idea sobre estos revolucionarios y realistas animales virtuales, bastará con mencionar a los Nintendogs y los Sims 2: Pets.
