Razas Perros: Pekinés

La raza de Perros Pekinés (o “Pequinés” ya que el nombre ha sido castellanizado) es el mejor exponente de los denominados animales de compañía. Como se puede deducir a partir de su nombre, los Perros Pekineses son naturales de Asia y, según los expertos, pueden ser el resultado de desviaciones de los tradicionales Perros lanudos del Tibet, que llegaron finalmente a la corte imperial China durante la dinastía H’ang.

Los chinos tienen su propia historia mitológica para explicar la aparición del Perro Pekinés y habla de que el rey león le pidió permiso al Dios Mago para contraer matrimonio con una pequeña mona por estar perdidamente enamorado de ella. Ambos recibieron el consentimiento para su boda pero a cambio el león debió sacrificar su tamaño y su fuerza, surgiendo así el primer Perro Pekinés.

Los Perros de la raza Pekinés fueron adoptados y adorados por el budismo y se convirtieron en símbolo de la religión. Durante mucho tiempo convivieron con la familia imperial en la Ciudad Prohibida, contando con todos los derechos de ésta y sin contacto con el mundo exterior. Los Perros Pekinés llegaron al contienen europeo llevados por el ejército británico en el año 1860.

La raza de Perros Pekinés se caracteriza por tener cuerpo de forma rectangular, de mayor longitud que altura, patas cortas y hocico de color negro ancho, achatado y corto. Tienen una cabeza grande, considerando el tamaño del cuerpo, aplanada y coronada por orejas muy peludas. Los ojos son muy brillantes y oscuros, grandes y se ubican bien separados entre sí.

Se aceptan todos los colores de pelo en los Perros Pekinés e, inclusive, la presencia de dos colores simultáneamente. Esta raza de Perros posee dos mantos, el interior es denso y fino, mientras que el exterior es abundante, liso y largo.

Los Perros de la raza Pekinés en estado saludable pueden llegar a pesar hasta 8 kilogramos y viven alrededor de 14 años.

Con respecto al temperamento de los Perros Pekinés es destacable su alto grado de independencia, pero no sin dejar de mencionar su “mal genio” y los posibles ataques de furia que pueden llevarlos a morder y gruñir. Pese a su tamaño, no demuestran miedo a la hora de enfrentarse con otros Perros, así sean de las razas grandes.

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