
Precisamente esta habilidad hizo que creciera la fama de los Perros San Bernardo y ya en el siglo XIX era posible encontrar ejemplares en todo el continente europeo. El 2 de junio de 1.887, luego de un congreso cynológico internacional, la raza de Perros San Bernardo fue reconocida oficialmente como originaria de Suiza al tiempo que se dejó establecido el estándar para la raza.
Los Perros de la raza San Bernardo integran la categoría de Perros Molosos y existen dos variedades, por un lado se encuentran los San Bernardo de pelo corto y, por otro, los San Bernardo de pelo largo. En ambos casos, los ejemplares son de cuerpo robusto, musculoso, vigoroso y de talla grande. Con respecto a este último punto, cabe destacar que se ha producido otra subdivisión, ya que puede ser “pequeña” (hasta 70 centímetros las hembras y 78 los machos), “mediana” (75 y 82 centímetros), “grande” (80 y 86 centímetros) y muy grande (80 y 86 centímetros respectivamente)
El pelo de la raza de Perros San Bernardo tiene un color básico que es el blanco, a éste lo acompañan manchas de tamaño variable y de color marrón-rojizo, las que terminan formando un manto con esa combinación a lo largo del lomo y los flancos.
Los Perros San Bernardo tienen un aspecto noble, fuerte y elegante. Aunque su tamaño pueda impresionar en una primera instancia, son animales muy amigables y pacíficos, llegando a mostrar mucho afecto y lealtad por sus dueños. De la misma manera que los San Bernardo llaman la atención de los niños, éstos le resultan muy atractivos y les suelen mostrar un gran aprecio, a tal punto que en algunos lugares se los conoce como “Perros niñera”.
Aquellos que decidan adoptar un Perro San Bernardo deberán prestarle mucha atención y cuidado al pelaje, sobre todo en la zona de la cara. También es necesario mantener higienizadas las orejas y retirar las lagañas de los ojos. El ejercicio es otro punto fundamental para mantener un peso equilibrado.